Sant Josep: el Registro identifica la promoción Vadella 64 como viviendas pese al aviso del Consell |
(Diario de Ibiza, 4/06/2018)
Incorporó en febrero notas marginales, a instancias del Consell, que informan de la denegación de 15 cédulas de habitabilidad
Eugenio Rodríguez. La compañía que ha denunciado la promoción de 64 estudios de uso comercial y 38 locales-taller en Cala Vedella que se comercializan como apartamentos, algunos de lujo (Vadella 64), ha instado de nuevo al Consell a que requiera al Registro de la Propiedad número 2 de Ibiza que elimine de las notas registrales las palabras que identifican los inmuebles como viviendas, «cuando no lo son».
El Consell ya advirtió al Registro de la Propiedad el pasado 2 de febrero de esta situación, y le conminó a que «adoptara las correspondientes medidas legales para evitar un perjuicio a terceras personas que puedan adquirir o gravar los inmuebles de esta promoción con la apariencia que dan las notas simples». Estas identifican cada unidad como estudios, cuando en realidad son estudios para uso comercial y no residencial.
También informó al Registro de la Propiedad de que había denegado la concesión de 15 cédulas de habitabilidad porque, precisamente, en la solicitud del promotor se describían las entidades como «estudios», y no como «estudios comerciales, que era el objeto de la licencia otorgada» en 2003.
Las notas registrales con fecha del 3 de mayo a las que ha tenido acceso este diario todavía identifican esta promoción como «un conjunto residencial» y describen los inmuebles como «estudios», sin especificar su uso comercial, y «viviendas». Pero se han añadido, a instancias del Consell, notas marginales en las que se informa de que se ha denegado la cédula de habitabilidad para determinadas entidades registrales del conjunto «al existir una contradicción entre el uso solicitado en la licencia y la documentación aportada, así como con la calificación en el Plan Parcial aprobado de los terrenos». El Registro añadió estas notas marginales el pasado 22 de febrero.
El Consell explicaba que en la inspección efectuada en enero constató «la existencia de un piso piloto completamente amueblado con mobiliario propio de una vivienda», al margen de que en Internet la promoción se describe como «64 apartamentos con un uso claramente residencial».
Al considerar que podía ser «un timo o una estafa», la institución también ha denunciado los hechos en la oficina de Consumo del Govern balear, que ya ha llevado a cabo 11 actuaciones dirigidas tanto al promotor de la promoción (Cobblestones S. L.) como a algunas de las webs que promocionan el inmueble. También trasladó los hechos a la Fiscalía de Ibiza el año pasado, lo que propició la apertura de diligencias en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza.
Un particular ya denunció esta situación en el Registro de la Propiedad en el año 2016 y, pese a ello, destacan los denunciantes, las notas simples han mantenido el tratamiento de los inmuebles de este edificio «como si fueran realmente viviendas, cuando ni lo son, ni lo pueden ser en ningún caso». «Esto ha facilitado la supuesta estafa que ha realizado la promotora en perjuicio de terceros, como clientes, bancos, tasadores, agencias inmobiliarias y la Agencia Tributaria», advierten, al tiempo que destacan que el IVA que se ha aplicado a las ventas de la promoción es del 10%, como si fueran viviendas, «cuando, al tratarse de locales comerciales, debe ser del 21%».
«Manipulación de las palabras»
Los denunciantes abundan, en el escrito dirigido al Consell, que el promotor «en un auténtico juego y manipulación de las palabras y de los conceptos, presuntamente ha engañado a notarios y al Registro de la Propiedad para hacer pasar lo que son estudios comerciales, como si fueran viviendas residenciales bajo la denominación de estudios, sin añadir la palabra clave que se cita en la licencia de obras de esta promoción, que dice textualmente estudios de uso comercial».
Hace unos días el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, y el segundo teniente de alcalde, Ángel Guerrero, explicaron que los estudios de uso comercial fueron «un invento» del exarquitecto municipal Antonio Huerta para conseguir un mayor número de viviendas encubiertas, ya que un local comercial computa menos edificabilidad. «El concepto era que aquel artista que desarrollara su actividad en el anexo [el taller-local] pudiera vivir en el estudio. El PP, que lo aprobó, es el responsable», decía.