El Consorcio impone 30 sanciones por ilegalidades urbanísticas en suelo rústico |
(El Mundo, 21/09/2007)
En su año y medio de vida ha abierto 147 expedientes y ha ingresado 156.000 euros provenientes de los infractores - Ha ordenado 31 restituciones de suelo afectado
MARTA CUNILL
MAÓ/MAHÓN.- Ampliar el volumen de viviendas ya existentes o abrir nuevos viales. Éstas son las dos infracciones urbanísticas en suelo rústico más habituales que reciben sanciones por parte del Consorcio de Disciplina Urbanística. El ente, formado por el Consell y todos los ayuntamientos de la Isla menos Ciutadella, ha impuesto 30 sanciones durante su año y medio de vida y ha recaptado 156.000 euros que, de momento, servirán para cubrir gastos.
El presidente del Consorcio y conseller de Ordenación del Territorio, Marc Pons, explicó ayer que las sanciones dependen de la infracción y están recogidas en la Ley de Disciplina Urbanística. Así, los infractores pagan un 5% el coste de la obra si ésta es legalizable y entre el 50 y el 100% si no lo es. La legalización, si procede, se consigue pidiendo la pertinente licencia de obras.
El Consorcio ha realizado, durante este año y medio, 384 actuaciones que han derivado en 147 expedientes de disciplina urbanística abiertos de los que 30 han acabado con sanciones. Pero también ha habido 31 que, mediante resolución de la junta de gobierno del Consorcio, han implicado una restitución del suelo afectado. El presidente del ente explicó que en seis de estos casos los mismos propietarios han restituido el terreno de forma voluntaria.
Pons reconoció que las decisiones que se toman desde la junta de gobierno «muchas veces no son agradables». Sin embargo, sostuvo, se deben «priorizar los intereses del conjunto de la sociedad por encima del interés particular». La junta de gobierno, que se reunió ayer por primera vez en este mandato, acordó la apertura de 10 expedientes de restitución del terreno.
El presidente del Consorcio aseguró que en pocas ocasiones las irregularidades urbanísticas se producen por la construcción de viviendas de obra nueva. En la mayoría de casos se trata de ampliaciones sin licencia y de apertura de nuevos viales.
En su año y medio de vida ha abierto 147 expedientes y ha ingresado 156.000 euros provenientes de los infractores - Ha ordenado 31 restituciones de suelo afectado
MARTA CUNILL
MAÓ/MAHÓN.- Ampliar el volumen de viviendas ya existentes o abrir nuevos viales. Éstas son las dos infracciones urbanísticas en suelo rústico más habituales que reciben sanciones por parte del Consorcio de Disciplina Urbanística. El ente, formado por el Consell y todos los ayuntamientos de la Isla menos Ciutadella, ha impuesto 30 sanciones durante su año y medio de vida y ha recaptado 156.000 euros que, de momento, servirán para cubrir gastos.
El presidente del Consorcio y conseller de Ordenación del Territorio, Marc Pons, explicó ayer que las sanciones dependen de la infracción y están recogidas en la Ley de Disciplina Urbanística. Así, los infractores pagan un 5% el coste de la obra si ésta es legalizable y entre el 50 y el 100% si no lo es. La legalización, si procede, se consigue pidiendo la pertinente licencia de obras.
El Consorcio ha realizado, durante este año y medio, 384 actuaciones que han derivado en 147 expedientes de disciplina urbanística abiertos de los que 30 han acabado con sanciones. Pero también ha habido 31 que, mediante resolución de la junta de gobierno del Consorcio, han implicado una restitución del suelo afectado. El presidente del ente explicó que en seis de estos casos los mismos propietarios han restituido el terreno de forma voluntaria.
Pons reconoció que las decisiones que se toman desde la junta de gobierno «muchas veces no son agradables». Sin embargo, sostuvo, se deben «priorizar los intereses del conjunto de la sociedad por encima del interés particular». La junta de gobierno, que se reunió ayer por primera vez en este mandato, acordó la apertura de 10 expedientes de restitución del terreno.
El presidente del Consorcio aseguró que en pocas ocasiones las irregularidades urbanísticas se producen por la construcción de viviendas de obra nueva. En la mayoría de casos se trata de ampliaciones sin licencia y de apertura de nuevos viales.
Proteger el territorio de la Isla
«Menorca es demasiado pequeña para permitirnos el lujo de estropearla». Es la sentencia que lanzó ayer el presidente del Consorcio de Disciplina Urbanística, Marc Pons, para explicar la razón de ser del ente.
Pons explicó que en todos los municipios se producen infracciones por igual y destacó que el ente se creó para unificar criterios en la aplicación la Ley de Disciplina Urbanística.
Según el conseller, uno de los objetivos del Consorcio es la vía preventiva, es decir, actuar antes de que se detecten las infracciones.
Ciutadella ya ha aprobado su entrada al Consorcio aunque todavía no se ha formalizado.