(Diario de Ibiza, 3/04/2009)

El empresario regresó a Eivissa desde la República Dominicana y prestó declaración ante el Juzgado de Instrucción número 3, cuyo titular acordó su libertad provisional pero con la retención de su pasaporte

EIVISSA | N. G. G. El constructor supuestamente responsable de las amenazas al alcalde de Santa Eulària, así como a una particular y a un empresario, se encuentra en libertad provisional tras haber prestado declaración en calidad de imputado en el Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, según informaron ayer fuentes judiciales y de la Fiscalía.
B. A. G., que estaba en la República Dominicana cuando saltó la noticia de su presunta autoría en las coacciones y amenazas, regresó a la isla después de que su abogado asegurara que no había huido sino que se encontraba de viaje.

El pasado mes de febrero, el constructor -vinculado a diez empresas del sector y con proyectos de edificación y reforma de viviendas por toda la isla y especialmente en Cala Mestella- acudió a declarar ante el titular del citado juzgado, Pablo Mendoza, y quedó en libertad provisional con cargos, si bien el contenido de su declaración no ha trascendido por el momento.

Como medida cautelar se le retiró el pasaporte para que evitar que saliera del país. Su abogado presentó un recurso para que el documento le fuera devuelto dado que tenía negocios fuera de España que le obligaban a viajar, una petición a la que se opuso el Ministerio Fiscal.

La investigación sobre este caso, supuestamente relacionada con una compleja trama urbanística, salió a la luz pública en enero. B. A. G. había trabajado en varios proyectos con el ingeniero R. K. R. que estuvo contratado puntualmente por el Ayuntamiento de Santa Eulària. Según indicaron entonces fuentes del caso, R. K. R. descubrió que el constructor hacía «trabajos ilegales» relacionados con la edificación y reforma de viviendas sin licencia. B. A. G. le amenazó y exigió 120.000 euros o haría público un expediente cuyo contenido no ha trascendido todavía, pero el ingeniero se negó.

Al parecer, motivado por la paralización de una obra suya en Cala Mestella, B. A. G. presuntamente orquestó una trama de amenazas contra el alcalde y el teniente de alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí y Mariano Juan, respectivamente. Ambos recibieron sendos paquetes con una carta y un cd supuestamente remitidos por el ingeniero; en la primera decía: «Estamos con la mierda hasta el cuello»; en el segundo había una grabación donde Marí, Juan y R. K. R. supuestamente comentaban la existencia de alguna autorización de obra a la que faltaban trámites.

Después de que ambos, Juan y Marí, denunciaran los hechos, se averiguó que los paquetes los había enviado un policía local de Sant Antoni que tenía una empresa de detectives y que reconoció haberlo hecho «obligado» por el constructor. B. A. G. tenía además dos denuncias en su contra de una particular y otro empresario por amenazas.