 |
Antoni Marí (Sant Joan): «La gente de Benirràs sabía que habría una moratoria; son payeses, no burros» |
(Diario de Ibiza, 13/12/2007)
El alcalde de Sant Joan niega que haya habido trato de favor y recuerda que no se ha dado ninguna licencia al «primer especulador que ha aparecido». «Son cuatro payeses de Sant Miquel que se apellidan Marí o Escandell»
EIVISSA | E. RODRÍGUEZ El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Carraca, insistió ayer en que en la concesión de licencias `relámpago´ «no hay trampa ni cartón», aunque pueda ser «acertado o no», incidiendo en que en otras ocasiones el Consistorio también ha informado y aprobado permisos de obra en 24 horas. En todo caso, el alcalde negó que hubiera tráfico de influencias, tal y como apuntaba el martes el grupo ecologista GEN.
«Nunca he dicho a nadie que se le va a aprobar una licencia. Nunca lo he hecho, ni nunca lo haría. Y aquel que diga lo contrario no me conoce. Ni a mi hermano ni mi a padre podría decírselo porque la concesión de una licencia es un acto reglado y, como tal, yo debo saber antes lo que dicen los informes técnicos y lo que opinan los demás componentes de la Junta de Gobierno», explicó, para apuntar acto seguido un caso concreto muy próximo: «El otro día me llamó un amigo de verdad de toda la vida para preguntarme qué pasos debía seguir para hacer una reforma en su casa. Le dije que fuese al Ayuntamiento y, por las características de la reforma, solicitase una licencia de obra menor que se resolvería lo más pronto posible. Esa fue mi respuesta porque ese es mi estilo», indicó.
Antoni Marí señaló que nadie encontrará ni un metro cuadrado de terreno en Benirràs que sea de su propiedad. «No tengo ningún interés personal. Los destinatarios de las licencias de Benirràs han sido el Ayuntamiento, cuatro payeses de Sant Miquel y un señor de fuera, y para viviendas unifamiliares. O se apellidan Escandell o Marí. No se ha dado ningún permiso de obra al primer especulador que ha aparecido», destacó. Insistió en que el Consistorio no dio ningún tipo de información previa a los beneficiarios de los permisos de obra: «La gente no es tonta. La gente lo sabe. Los medios de comunicación han extendido el anuncio de la aprobación de una moratoria. Los propietarios de Benirràs son payeses, pero no burros. No hacía falta que el Ayuntamiento les dijese nada».
El alcalde fue más allá al recordar que, realmente, sí recomendó a los propietarios de los terrenos de Benirràs que solicitasen licencia para construir una vivienda unifamiliar, pero que lo hizo «hace mucho tiempo», cuando se aprobó el Plan Territorial Insular (marzo de 2005), que permite transitoriamente hasta la aprobación de las nuevas Normas Subsidiarias, la construcción de un chalé cada 2.000 metros cuadrados (anteriormente se preveía previsto cada 1.000 metros): «Les decía a la gente que pidiesen licencia para poder hacer una casa y resolver así el problema. Nadie me hizo caso porque tenían la esperanza de hacerlo sobre las parcelas de 1.000 metros».
«No hubo prisas»
De todos modos, Antoni Marí recalcó que el Ayuntamiento, a pesar del interés de los propietarios, «no se dio ni más ni menos prisa». «Resolvimos lo que estaba sobre la mesa», indicó el primer edil de Sant Joan, quien recordó, además, que el Govern balear ya había intentado con anterioridad aprobar la moratoria pero no lo hizo «porque no se ponían de acuerdo». «Nosotros no sabíamos cuándo se iba a aprobar».
El alcalde aseguró que tampoco se ha convocado ninguna Junta de Gobierno de carácter extraordinario para aprobar sólo las licencias de Benirràs antes de la moratoria. El Consistorio celebró el día 12 de noviembre una Junta de Gobierno extraordinaria en la que aprobó, entre otros asuntos, una de las licencias `relámpago´ de Benirràs. Marí justifica que esta sesión fue extraordinaria para aprobar las obras del mercado artesanal de Port de Sant Miquel puesto que el día 15 se agotaba el plazo para obtener una subvención del Govern. El día 16 hubo otra Junta, de carácter ordinario (el Ayuntamiento convoca dos al mes), en la que se aprobó otra licencia polémica. Casi una semana después, el día 22, un día antes de la aprobación de la moratoria, hubo otra convocatoria extraordinaria en la que, entre otras cosas, se aprobaron cuatro permisos de obra más en Benirràs. «No recuerdo bien por qué fue extraordinaria. Seguramente porque a algún político o funcionario no le iba bien el viernes. Se han hecho otras Juntas de Gobierno extraordinarias», dijo.
El alcalde de Sant Joan niega que haya habido trato de favor y recuerda que no se ha dado ninguna licencia al «primer especulador que ha aparecido». «Son cuatro payeses de Sant Miquel que se apellidan Marí o Escandell»
EIVISSA | E. RODRÍGUEZ El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Carraca, insistió ayer en que en la concesión de licencias `relámpago´ «no hay trampa ni cartón», aunque pueda ser «acertado o no», incidiendo en que en otras ocasiones el Consistorio también ha informado y aprobado permisos de obra en 24 horas. En todo caso, el alcalde negó que hubiera tráfico de influencias, tal y como apuntaba el martes el grupo ecologista GEN.
«Nunca he dicho a nadie que se le va a aprobar una licencia. Nunca lo he hecho, ni nunca lo haría. Y aquel que diga lo contrario no me conoce. Ni a mi hermano ni mi a padre podría decírselo porque la concesión de una licencia es un acto reglado y, como tal, yo debo saber antes lo que dicen los informes técnicos y lo que opinan los demás componentes de la Junta de Gobierno», explicó, para apuntar acto seguido un caso concreto muy próximo: «El otro día me llamó un amigo de verdad de toda la vida para preguntarme qué pasos debía seguir para hacer una reforma en su casa. Le dije que fuese al Ayuntamiento y, por las características de la reforma, solicitase una licencia de obra menor que se resolvería lo más pronto posible. Esa fue mi respuesta porque ese es mi estilo», indicó.
Antoni Marí señaló que nadie encontrará ni un metro cuadrado de terreno en Benirràs que sea de su propiedad. «No tengo ningún interés personal. Los destinatarios de las licencias de Benirràs han sido el Ayuntamiento, cuatro payeses de Sant Miquel y un señor de fuera, y para viviendas unifamiliares. O se apellidan Escandell o Marí. No se ha dado ningún permiso de obra al primer especulador que ha aparecido», destacó. Insistió en que el Consistorio no dio ningún tipo de información previa a los beneficiarios de los permisos de obra: «La gente no es tonta. La gente lo sabe. Los medios de comunicación han extendido el anuncio de la aprobación de una moratoria. Los propietarios de Benirràs son payeses, pero no burros. No hacía falta que el Ayuntamiento les dijese nada».
El alcalde fue más allá al recordar que, realmente, sí recomendó a los propietarios de los terrenos de Benirràs que solicitasen licencia para construir una vivienda unifamiliar, pero que lo hizo «hace mucho tiempo», cuando se aprobó el Plan Territorial Insular (marzo de 2005), que permite transitoriamente hasta la aprobación de las nuevas Normas Subsidiarias, la construcción de un chalé cada 2.000 metros cuadrados (anteriormente se preveía previsto cada 1.000 metros): «Les decía a la gente que pidiesen licencia para poder hacer una casa y resolver así el problema. Nadie me hizo caso porque tenían la esperanza de hacerlo sobre las parcelas de 1.000 metros».
«No hubo prisas»
De todos modos, Antoni Marí recalcó que el Ayuntamiento, a pesar del interés de los propietarios, «no se dio ni más ni menos prisa». «Resolvimos lo que estaba sobre la mesa», indicó el primer edil de Sant Joan, quien recordó, además, que el Govern balear ya había intentado con anterioridad aprobar la moratoria pero no lo hizo «porque no se ponían de acuerdo». «Nosotros no sabíamos cuándo se iba a aprobar».
El alcalde aseguró que tampoco se ha convocado ninguna Junta de Gobierno de carácter extraordinario para aprobar sólo las licencias de Benirràs antes de la moratoria. El Consistorio celebró el día 12 de noviembre una Junta de Gobierno extraordinaria en la que aprobó, entre otros asuntos, una de las licencias `relámpago´ de Benirràs. Marí justifica que esta sesión fue extraordinaria para aprobar las obras del mercado artesanal de Port de Sant Miquel puesto que el día 15 se agotaba el plazo para obtener una subvención del Govern. El día 16 hubo otra Junta, de carácter ordinario (el Ayuntamiento convoca dos al mes), en la que se aprobó otra licencia polémica. Casi una semana después, el día 22, un día antes de la aprobación de la moratoria, hubo otra convocatoria extraordinaria en la que, entre otras cosas, se aprobaron cuatro permisos de obra más en Benirràs. «No recuerdo bien por qué fue extraordinaria. Seguramente porque a algún político o funcionario no le iba bien el viernes. Se han hecho otras Juntas de Gobierno extraordinarias», dijo.